El champiñón es un hongo que puede ser cultivado o campestre. Puede ser envasado en fresco o en conserva, dos formas que requieren tratamientos muy distintos tanto en el primer packaging como en el paletizado posterior. Hoy vamos a intentar exponer cuales son las mejores prácticas en cada una de las varias opciones de embalaje que maneja el productor de este delicioso producto.
El champiñón en fresco se puede envasar entero o laminado. Normalmente en fresco se coloca en bandejas o barquetas de poliestireno expandido recubiertas de plástico, que puede ser perforado o no. Otras opciones menos comunes son las cestitas rígidas o los platos para champiñones a granel de cartón o plástico. Si lo que se envasa son champiñones enteros se deben poner siempre con el sombrero hacia abajo para ofrecer una mejor impresión. Por su parte los champiñones laminados se asentarán de forma ordenada en la bandeja de poliestireno para que ocupen poco espacio y queden bien presentados. En esta fase de embalaje primario se acostumbra a poner una etiqueta adhesiva para incorporar toda la información que debe mostrarse por ley. Nuestro consejo es que de cara a conseguir vender más en el punto de final se sustituya esta etiqueta adhesiva por una banda impresa para los casos en que se envase en bandejas y barquetas. Utilizar esta banda impresa permite incluir más información, resaltar mucho más en el estante del supermercado y además no cubre el producto, que sigue quedando a la vista del cliente. Aplicarla es muy sencillo con una máquina enfajadora y se puede realizar de forma semiautomática o en una línea totalmente automatizada.
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Una vez puestos los champiñones en barquetas se colocan estas en típicas cajas de fruta de cartón o plástico. En función del peso de la bandeja y de si se trata de champiñón entero o laminado nos cabrán más o menos unidades por caja. A modo de ejemplo en una caja estándar de fruta nos cabrán alrededor de ocho o diez bandejas por caja. Otro sistema de encajar champiñones es a granel, colocando directamente los champiñones dentro de la caja de fruta sin envase alguno. En ambos casos las cajas pesarán alrededor de 3 kg cada una. Estas cajas se paletizan con un dibujo de ocho o diez cajas por piso hasta llegar a una altura de 2.200 milímetros de altura. Una vez montado el palet tendrá éste un peso cercano a los 300 kg si se monta entero y la mitad en caso de montarlo en formato medio-palet.
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En este punto el objeto de trabajo se ha convertido en un clásico palet de fruta que debe ser flejado para asegurar la integridad de la carga durante el almacenaje y transporte. Reisopack es una autoridad en el flejado de palets de fruta ya que nuestras máquinas de fabricación propia copan todo tipo de empresas productoras frutícolas alrededor del mundo. La solución ideal que ofrecemos para garantizar la seguridad de la carga es el flejado con fleje de poliéster y cantoneras, realizando entre cuatro y seis flejadas. En función de la producción de cada empresa será necesaria una flejadora semiautomática horizontal o una flejadora completamente automáticacon aplicador de cantoneras. Incluso en algunos casos de producciones muy altas existe la posibilidad de instalar una flejadora totalmente automática con base móvil, reduciendo los tiempos muertos de la máquina entre entrada y salida de cada palet. Solo matizar aquí que en el caso de los palets de cajas a granel con champiñones sin protección es necesario colocar una cubierta de cartón en la parte superior del palet para evitar que el frío del ambiente refrigerado congele el producto y lo dañe, medida innecesaria cuando el producto ya viene protegido por su envase primario.
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Las ventajas del sistema de flejado ante el mallado en robot son numerosas y claras. Para empezar el sistema de flejado deja pasar el frío mientras que el plástico enfardado lo bloquea bastante. En productos que deben ir refrigerados el fleje nos aporta una solución muy eficiente. Otro punto negativo del plástico es que condensa el agua, hecho que no sucede con el embalaje con fleje y cantoneras. Además, con un embalaje mediante fleje y cantoneras se reduce mucho la generación de residuos en comparación con el embalaje con envolvedora de film estirable. Quizás lo mejor de todo es que el coste de ambos tipos de embalaje de palets es similar por lo que se puede disfrutar de todas estas ventajas sin padecer un sobrecoste.
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El champiñón en conserva es un mundo bastante distinto. Lo normal es envasarlo entero o cortado en recipientes de vidrio o botes metálicos. Estos envases tienen más complicado aprovecharse de los beneficios de las bandas impresas con lo que seguramente el etiquetado clásico sea la mejor opción. Los botes se colocan dentro de cajas de cartón que irán cerradas montadas en un palet. Un sistema habitual es el de poner seis botes en cada caja de cartón con cinco o seis cajas por piso hasta llegar a una altura de palet cercana a los 1.600 mm. El peso aproximado de este tipo de cargas paletizadas es cercano a los 950 Kg por palet. Este tipo de estructura es muy típica de la industria alimentaria y la mayoría de productos comestibles refrigerados se embalan siguiendo este formato.
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Este tipo de palets también se pueden beneficiar de las ventajas del sistema de flejado comentadas anteriormente. Al ser un formato de palet más bajo pero con mayor peso por caja y peso total el embalaje recomendado es realizar tres flejadas con fleje de poliéster y utilizar cantoneras de mayor ancho para asegurar la estabilidad de la carga. Al ir los champiñones en conserva protegidos por su envase y por las cajas no es necesaria la aplicación de una cubierta de cartón. Para cerrar las cajas existen múltiples opciones. En cajas de mucho peso una flejadora de cajas puede ser una excelente solución. El método de encolado de cajas es bastante más engorroso tanto para el que cierra como para el que abre las cajas. Finalmente existe también la opción del precintado. Seguramente instalar una precintadora de cajas en el final de la línea, justo antes del paletizado, es la mejor opción disponible. Si además se utiliza un precinto impreso personalizado se asegura la garantía de que la caja no ha sido abierta anteriormente a su llegada al punto de destino.
En principio estas serían las consideraciones genéricas para este tipo de producto. Si alguien cree que su sistema de producción requiere matices o soluciones distintas que no dude en consultarnos. Estudiaremos el caso concreto y encontraremos la mejor solución de embalaje posible.